jueves, 20 de septiembre de 2007

Perimetros de la sangre

Desde hace dias
no puedo dejar de venirme,
desde los perimetros de la desolacion,
a conocer tu forma de prisma sagrada,
Divisoria.
Vine desde estas desolaciones de sangres,
periferias de luna
y danzas inefables
de mi espiritu salvaje,
indomable como tu voz:
grito del invierno.
Contraponen las edades del tiempo
sus garras de infierno
encima de mi escultura de sombras.

Hay un suelo empapado en sangres,
y no hay ecuacion capaz de condensarlo.

La habitacion era una corriente aleatoria de muerte,
con tus huellas sobre puestas
fluyendo entre entre la savia de mis interiores.

Hubo un silencio empapado en sangres,
y no hay palabra capaz de hablar en esta concurrencia de soledades.

Porque se quedaron inmoviles,
fueron, entonces, precipitandose sobre el vacio...
sobre el piso inundado.
Hubo ausencia de sonidos:
el lenguaje de la eternidad sollozando.

Tuve que reconstruir tu forma
calculando el espacio impalpable de tus arterias
y buscando la proporcion de tu cuerpo ausente.
Con el ademan de los desvalidos,
surcos de hierro sobre las muñecas,
fui construyendote a pedazos mios.

Habia una silueta
imprecisa y a tientas...
recorriendo los perimetros,
que se bifurcan.... que se bifurcan...
de la sangre.

No hay comentarios: