jueves, 20 de septiembre de 2007

Azucena (combustion temporal del amor)

"Milímetro incongruente
vereda del tiempo,
te contraes y te vienes
encima del mundo".


La habitación esta rota,
fragmentada y en pedazos de escarcha.
Mi mano la tengo en el pecho
amarrada a fuerza de espasmos:
y tengo la mirada quebrada
sobre las pliegues de tu rostro
(blanco).
Tengo la puta
(sensación) mojada
del existir sobre mi espalda.
Las piernas en espirales,
los dedos bañados de fuego
y, bajo la sombra de mi ser,
austera la carcajada.

Delirio,
de galaxia constelada,
el ímpetu de la ira,
el bramido de las entrañas.
Deconstruir la vida
a espacios perfectos;
se contrapone la memoria
(el recuerdo)
en accesos de nostalgia,
hay un quehacer suspendido:
tu cabellera enmarañada.
Busco la condición humana...
y tu nombre
constitución etérea,
Planetaria.

Ayeres,
te busque azucenas
y flores del río;
te hurgue la carne
(cruda y mojada)
de la memoria.
Te dí gritos de espanto,
me acerque al aura de tu sombra:
las piernas, espirales;
las miradas, quebrada.
Hundí mi concepción de bicéfalo
sobre las enredaderas
de tus interiores
(mojadas),
Azucena.

Eras
la fisionomía del infinito;
expandías tus haberes,
los dones, fugaces, de la primavera.

Fuí memoria vana,
vana memoria;
huerto de calaveras,
estiercol
y tierra quebrada.
Hubo otros en la incongruencia,
tu sonrisa plácida y cerrada.

Quimera y penumbra;
mi pensar, suicidio;
mis manos universo.
Forjé la caricia y tus carnes,
escribí Génesis al inverso.
Invente el reves de tu sangre,
y bebí ánimas en tus besos.
Solo a ti te di la forma
el compás del invierno.

Regresión ?

Ahora soy todo llamas.
Se cierne en torno a mi mismo
la ironía de la sombra;
se quiebra el espejo del verso.
Soy imparable choque de océanos;
roca en cauce maltrecho:
rodeado,
de manos y pieses,
entre los antagonismos (subconciencia)
de tus dedos.
Expiro el numero y el hueso,
para inscribir eternidad en tus pechos.

Retorno
de infancia inconexo;
espuma de rabia,
soplo de compas;
tu, acróstico de universos.
Bitácora de páginas memorias:
sangre que no es mía,
sudor hirviendo y espeso.
Antaño fueron mis oídos sentido;
sentir es regresar
al infierno armonioso:
tiempo.

Intermedio.
Surreal y retaguardia,
fugitivo perverso.
Hay veces que no quisiera;
mas otras que quiero y quedo,
yierto.

Afan de ser siendo paralisis;
un garabato
(mediocre),
de hechos inconclusos.
Transfiguro la sinfonia de tus labios
y juego a ser dios,
sobre la fugacidad inefable
de mis sentidos:
palabras del mar con sal,
palabras de la tierra con fuego.
En verdad
quedaron inconclusas
la soledad, la muerte, el lecho.
Suicidio es mas que morir,
es abrir la verdad
a la luz, al reverso;
reflexiones sobre la mia muerte,
reflejo de memorias
en los pliegues de tus cuerpos.
Pues,
en la postrera realidad que cautiva
que silencia el aliento,
hemos de encontrarnos indiferentes,
pero iguales,
sobre el mismo fuero
y quemaremos nuestras miradas quebradas
y hablaremos nuestras lenguas trabadas
y sera sangre, la tuya y la mia,
de un gran cuerpo
suspendido en silencio.
La vision esquiva dolores,
mientras que nosotros recitamos: universo.
En la muerte,
hallo sentido:
la ansiedad intensa de amarte al completo.
Seremos recuerdo prohibido
(Azucena)
mitificacion del genero
metamorfosis de besos.

Quedaron
sobre la piel y la lampara,
ahuyentados,
los versos inconclusos,
jamas seran completos.
La muerte es mas que sumatoria de lo vivo:
condena de la melancolia,
olvido autoimpuesto.
Cuando nos quede solo la vida
y solo el recuerdo,
escapare en particula podrida
para insertarme en los pliegues del tuyo cuerpo.
Letania,
catarsis de otoño:
mis piernas, espirales;
mi vida, quebrado recuerdo.

Busque tu nombre
entre la hora y el mediodia,
a soles truncados
a cielo imperfecto.

Concepto abstracto de la existencia:
tus pies, tus manos, tus besos.

Ahora,
pliegues de mi sangre diafana
sobre tu boca, tus dedos, tus senos:
metafora de mi ausencia,
Azucena.

2 comentarios:

andorra s. dijo...

es dificil no ser cursi cuando se dice algo bueno sobre una poesia. habria que utilizar demasiadas palabras o gestos malinterpretables, halagos repetitivos acerca del talento de un poeta. uy, el mero hecho de estar usando esta palabra me asusta y me divierte, me hace pensar en el personaje de la guagua de maldeamores que comienza todas sus oraciones con "poeta", como si para todos los viejos, los jovenes son poetas. yo digo que los que se enamoran de choferes de guagua si lo son, pero no es la regla. por eso, considero pertinente dejarlo aqui, quiza dando vueltas, o divagando en el espacio. tal vez sea como un trompo que termina por inclinarse y caerse, detenerse ante el suelo frio y su soga que se recuerda que una vez dio vueltas sobre un eje que amortiguaba lo hostil de la loza setentosa.
me gusta.

andorra s. dijo...

su soga que le* recuerda